- En tiempos difíciles también necesitamos alimentarnos. Ahorrar, aprovechar los recursos alimenticios es también usar nuestra sabiduría para lograr nutrirnos con inteligencia y mantenernos saludables con algunos tips que les comparto.
Una Guía Esencial
En tiempos de guerra o crisis, la disponibilidad de alimentos puede volverse limitada y preciosa. Es fundamental contar con estrategias para mantener una alimentación adecuada y conservar los alimentos disponibles de manera óptima. Aquí comparto consejos sobre cómo alimentarnos de manera equilibrada y cómo preservar los alimentos en circunstancias adversas.
No es un tema que me placer escribir, pero considero que la situación en muchos países es o puede convertirse lamentablemente en una situación muy vulnerable y debemos prepararnos para cualquier escenario, ya que ningún país está exento de cualquier situación, no solo de guerra, sino de cualquier otra catástrofe, D-os no lo permita.

Alimentación en Tiempos de Guerra u otros tipos de catástrofes
1. Priorizar la Nutrición:
Durante situaciones de escasez, es crucial centrarse en alimentos ricos en nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas y minerales. Las legumbres, granos enteros, frutas y verduras enlatadas pueden ser opciones valiosas.
Podemos priorizar la nutrición, incluyendo alimentos como legumbres, como lentejas y garbanzos, que son ricos en proteínas y fibra. Asimismo, podemos incorporar granos enteros como arroz integral o quinua, y asegurarnos de tener frutas y verduras enlatadas disponibles para obtener vitaminas y minerales necesarios para nuestro organismo.

2. Diversificar la Dieta
Buscar variedad dentro de las limitaciones es clave. Incluye alimentos como arroz, quinua, lentejas, legumbres y frutos secos. Variar la dieta asegura una gama más amplia de nutrientes esenciales.
A pesar de las limitaciones, es importante que busquemos variedad en nuestra alimentación. Podemos incluir alimentos como arroz, quinua, lentejas, garbanzos y frutos secos para asegurarnos de obtener diferentes nutrientes y mantener una dieta equilibrada. Por ejemplo, en un día podríamos empezar con un desayuno de avena (si está disponible) y almendras, un almuerzo con arroz y lentejas, y una cena con quinua y verduras enlatadas.

3. Aprovechar Recetas Modificables
Adapta recetas según los ingredientes disponibles. Sustituye ingredientes faltantes por otros que sí estén presentes, manteniendo el equilibrio y valor nutricional. Un ejemplo de ello, sería en lugar de arroz usar la quinoa o granos de cebada. Estos últimos granos nombrados son muy saciables, además de versátiles y muy nutritivos.
En tiempos de escasez, debemos adaptarnos a los ingredientes disponibles. Podemos modificar nuestras recetas habituales según lo que tengamos a mano. Por ejemplo, si una receta requiere carne, pero no está disponible, podemos sustituirla por legumbres como lentejas o garbanzos para obtener proteínas. Si no tenemos ciertos condimentos, podemos improvisar y utilizar hierbas secas o especias que estén en nuestra despensa para mantener el sabor y valor nutricional de la receta.

4. Conservar el Agua
El agua es esencial para la vida. Utiliza este recurso sabiamente y asegúrate de contar con suficientes reservas y sistemas de purificación en caso de interrupciones en el suministro de agua potable. Ten a la mano botellas tanto grandes como chicas .
Es fundamental que mantengamos suficientes reservas de agua potable y, si es posible, establecer sistemas de purificación del agua para asegurar su calidad. Además, podemos reutilizar el agua en la medida de lo posible, por ejemplo, reciclando el agua utilizada para lavar alimentos, para regar plantas o limpiar.

5. Compartir y Cooperar
Fomenta la colaboración comunitaria. Compartir recursos y experiencias ayuda a garantizar que todos tengan acceso a una alimentación adecuada y equitativa.
En momentos de dificultades, la colaboración y la cooperación son esenciales. Podemos compartir nuestros recursos alimenticios con miembros de la comunidad que necesiten ayuda, asegurando que todos tengan acceso a alimentos adecuados. Esto puede involucrar intercambiar alimentos o cocinar comidas en conjunto para garantizar que la comida esté distribuida de manera justa y nadie pase hambre.
Al aplicar estas estrategias, podemos abordar los desafíos alimenticios durante situaciones de crisis, garantizando que nuestra alimentación sea nutritiva y equilibrada mientras preservamos nuestros recursos de manera efectiva. La solidaridad y el ingenio juegan un papel crucial para superar estos tiempos difíciles juntos.

Conservación de Alimentos en Tiempos de Guerra u otros tipos de catástrofes
1. Almacenamiento Adecuado
Almacena alimentos en recipientes herméticos para protegerlos de la humedad, insectos y deterioro. Organiza tu despensa para facilitar la identificación y acceso a los alimentos.
Ejemplo de Almacenamiento de Arroz y Legumbres:
Guarda el arroz y las legumbres en recipientes herméticos, preferiblemente tarros de vidrio sellados, para protegerlos de la humedad y los insectos. Etiqueta cada tarro con la fecha de almacenamiento para un seguimiento adecuado. Organiza estos recipientes en estantes o cajas para facilitar el acceso y evitar desorden en tu despensa.

2. Preservación por Deshidratación
La deshidratación es un método efectivo de conservación. Seca las frutas, verduras o hierbas al sol o utilizando métodos caseros para extender su vida útil.
Ejemplo de Deshidratación de Frutas:
Corta frutas como manzanas, plátanos o ciruelas en rodajas finas y colócalas en una bandeja expuesta al sol o en un horno a baja temperatura. Una vez deshidratadas, coloca las frutas en bolsas herméticas. Este proceso les permite durar más tiempo y se pueden consumir como snacks o rehidratarse para su uso en recetas.

3. Fermentación
Ejemplo de Fermentación de Repollo (Sauerkraut):
Ralla el repollo y colócalo en un tarro de vidrio limpio. Añade sal y masajea el repollo hasta que libere líquido y esté cubierto. Cierra el tarro y deja que fermente durante varios días a temperatura ambiente. Una vez fermentado, refrigéralo. Este sauerkraut fermentado se mantiene bien y es una buena fuente de probióticos.

4. Enlatado
Ejemplo de Enlatado de Tomates:
Hierve tomates maduros durante unos minutos y luego pélalos. Coloca los tomates en frascos de vidrio limpios y agrega sal y ácido cítrico (jugo de limón). Cierra los frascos herméticamente y procesa en una olla de agua hirviendo durante el tiempo recomendado. Después de enfriar, tendrás tomates enlatados listos para su almacenamiento a largo plazo.

5. Congelación
Si cuentas con energía eléctrica, la congelación es una excelente opción. Congela frutas, verduras, carnes y otros alimentos para su conservación a largo plazo.
Ejemplo de Congelación de Verduras: Lava y corta las verduras en trozos pequeños. Escalda las verduras en agua hirviendo durante unos minutos y luego sumérgelas en agua fría para detener la cocción. Escurre bien y coloca las verduras en bolsas herméticas antes de congelarlas. Etiqueta las bolsas con el contenido y la fecha. Este método permite tener verduras frescas por más tiempo.

En momentos de dificultades, la planificación y adaptabilidad son cruciales. Mantén la calma, busca soluciones creativas y comparte recursos dentro de tu comunidad. Juntos, podemos enfrentar estos desafíos y garantizar una alimentación adecuada para todos. ¡La unión y la resiliencia son nuestra mayor fortaleza en estos tiempos difíciles!
