Sandra, quien no tenía un gran amor por la cocina. De hecho, podría decirse que tenía una gran aversión por ella, tuvo un giro en su vida. Un día, cuando su hermana, que llevaba cinco años sin verla, ya que vivía en el extranjero, anunció que vendría a visitarla, Sandra se vio en la necesidad de preparar algo especial para recibirla con los brazos abiertos.
Después de una búsqueda desesperada en Internet y en libros de cocina sin decidirse y por ende sin resultados, llamó a su amiga Malena, una cocinera y nutricionista de profesión, y le pidió ayuda. “Necesito una receta vegana fácil y deliciosa para impresionar a mi hermana”, dijo con ansiedad en la voz. La amiga inmediatamente le dio una receta de una salsa vegana para nachos que imitaba el queso cheddar tipo crema y muy fácil.
Sandra siguió cuidadosamente las instrucciones y se sorprendió al descubrir que la salsa era deliciosa. En la reunión familiar, la salsa tuvo una muy buena acogida, recibiendo muchos elogios y preguntas sobre la receta.
La reacción positiva que recibió la inspiró a seguir explorando en la cocina. Sandra comenzó a experimentar con nuevas recetas y así, motivada por todos esos elogios, se convirtió en una experta en la preparación no solo de salsas, sino de cremas y ensaladas. Incluso comenzó su propio negocio especializándose en estas mismas, y gracias a que despertó ese interés a su amor por la cocina, ¡le va muy bien!
Y todo lo que comenzó como una obligación de cocinar algo por el amor a su hermana hizo que se enamorara de la cocina. Desde entonces empezó a tomar cursos de cocina para especializarse y ahora incluso dicta cursos de cocina en su tiempo libre. Lo que comenzó como una simple necesidad de impresionar a su hermana se convirtió en una pasión por la cocina que cambió su vida para siempre.
Uno nunca sabe que ciertas “casualidades” podrían llevarte a tu propio éxito y sin sospecharlo.
¡La cocina puede cambiar tu vida también!
